Consiste en enfrentarse gradualmente a situaciones que representen un mayor grado de dificultad para el parurético.
Enfréntese al miedo para vencerlo, pero hágalo en dosis que resulten incómodas pero no abrumadoras.
Permítase experimentar la ansiedad sin pretender resistirla, para que esta disminuya y se extinga con el tiempo. Su ansiedad disminuirá cuando usted se confronte con ella una y otra vez, y su cerebro se de cuenta de que no hay nada que temer.
Lo que usted busca es desensibilizarse ante el miedo, por eso a esto también se le llama terapia de desensibilización.
Como dice el doctor Howard Liebgold, «el cerebro es un órgano que dice: ¡muéstramelo!«. Muéstrele a su cerebro que no hay justificación alguna para sentirse tenso a la hora de orinar. Solamente por la experiencia del éxito es que éste aprenderá que no hay nada que temer. Ninguna cantidad de terapia hablada o racionalización será suficiente para tratar con éxito la paruresis.
Cree situaciones en las que pueda vaciar la vejiga con éxito y aumente gradualmente la dificultad de la situación sin hacer que el desafío resulte muy difícil.
Preparación
Para empezar es necesario acumular suficiente orina, ingiriendo una buena cantidad de líquidos, con la suficiente anticipación.
Es mejor practicar la terapia de exposición gradual con un nivel de urgencia para orinar de moderado a alto.
Tenga preparado un plan de emergencia si no consigue orinar. Por ejemplo: algún baño «seguro» cercano en el que usted tenga la confianza de poder orinar si todo lo demás falla. Otra alternativa puede ser el uso de un catéter.
Algunas personas encuentran útil usar una escala de desafíos del 0 al 10. Por ejemplo, tomando como cero cuando está solo en casa y 10 cuando se usa el baño público en un evento deportivo.
Para poder progresar en su recuperación usted buscará avanzar en esta escala de desafíos y modificarla.
Terapia en la casa, con un compañero
Para empezar su recuperación usted puede optar por trabajar la terapia con un compañero en el baño privado de su casa.
Este compañero le ayudará a reproducir la sensación de estrés de orinar bajo presión que usted experimenta como parurético. Recuerde que el objetivo de la terapia de exposición gradual es permitirse experimentar la ansiedad sin resistirla.
El compañero puede ser un terapeuta conductual, un amigo cercano, un compañero de trabajo o de estudios o un pariente.
La ventaja de trabajar la terapia en casa con un compañero es que usted está en control de todas las variables que le afectan a la hora de orinar, y la variable más importante en la que usted debe de trabajar es la distancia.
Después de haberse cargado de fluidos, y experimentar una urgencia para orinar de moderada a alta es hora de empezar la terapia.
Dígale a su compañero que se aleje a una distancia que no resulte un desafío muy grande para usted, e intente orinar.
¡Algunas personas necesitan que el compañero espere fuera de la casa para poder orinar!
Si consigue orinar permita que la orina fluya por unos tres segundos e interrumpa el chorro. Reúnase con su compañero y tómese un descanso de unos tres minutos e inténtelo de nuevo, pero esta vez dígale a su compañero que se acerque más. Repita los pasos anteriores hasta lograr ser capaz de orinar con él directamente detrás de usted. (Nota: las mujeres no tienen que tomar este paso).
Tómese las cosas con calma, esto puede requerir varias sesiones durante varios días. Lo importante es ir avanzando en su recuperación.
Si no puede iniciar el chorro espere dos minutos. Si aun así no lo logra tómese un descanso y espere otros dos minutos más.
Si continúa teniendo problemas haga que el compañero retroceda de donde tuvo éxito la vez anterior, y si vuelve a tener éxito haga que su compañero se acerque de nuevo.
Es mejor hacer ruido con la orina, ya que algunos paruréticos reportan que les produce ansiedad el ser escuchados por otros al orinar. Evite usar ruidos de fondo como el agua de la llave o música, ya que hacer uso de estos subterfugios solo retrasará su recuperación.
No hable mientras intenta orinar, ya que esto resulta en una distracción que disminuye el valor del ejercicio. No utilice técnicas de distracción. Concéntrese en experimentar la ansiedad sin resistirla.
Maneje la variable visual: cierre la puerta ligeramente. Cuando el compañero esté detrás de usted haga que voltee a ver hacia otro lado, haga uso de estos pequeños trucos que le permitan avanzar paso a paso en su recuperación.
Terapia individual sin compañero
Esta terapia consiste en orinar en diferentes escenarios con diferentes niveles de dificultad, según la jerarquía de desafíos personal.
Por ejemplo, usted puede ir a un baño público que no sea muy frecuentado e intentar orinar cuando no haya nadie. Si lo logra, detenga el flujo a los tres segundos, y espere a que vengan más personas para orinar en presencia de ellas.
Los lugares apropiados para practicar esta terapia pueden ser: centros comerciales, campus universitarios, aeropuertos, casinos, etc, es decir, lugares que tengan varios baños públicos, en los que a usted le resulte fácil trasladarse rápidamente para practicar a orinar en diferentes escenarios con diferentes grados de dificultad.
Por eso, para aprovechar mejor el tiempo y avanzar más rápido en la recuperación, cuando se tiene éxito para orinar solo hay que dejar fluir la orina durante unos tres segundos, cortar el chorro e intentar orinar en otra parte, ya sea en el mismo baño pero con otro urinario, o trasladarse a otro baño público.
Para los hombres se recomienda empezar practicando en los urinarios, ya que si se empieza en los cubículos de los escusados el tratamiento puede prolongarse más de lo necesario.
Primero hay que intentar orinar en urinarios que tengan divisiones, y si se tiene éxito intentar orinar en urinarios sin divisiones.
Si no logra orinar en determinado baño público, pruebe en otro. Hay ocasiones en las que con solo cambiar de ambiente se logra orinar con éxito.
Si no logra orinar en urinarios, inténtelo en el cubículo del escusado. No se preocupe, siéntase orgulloso de hacer lo necesario para avanzar en su recuperación.
Es mejor practicar varias veces por semana. Las sesiones largas son mejores que las cortas.
Intentar no orinar
Alternativamente, usted puede colocarse delante de un urinario e intentar NO orinar. Espere ahí parado por cinco minutos.
Esto puede servir para enseñarle a su cerebro que no hay necesidad de apurarse para orinar, y que no pasa nada si usted se tarda más de lo esperado mientras otros lo observan, o si no orina en absoluto. Usted experimentará que a la mayoría de la gente no le importa o no se fija en su situación.
Para llevar las cosas al extremo usted puede decir en voz alta: «¡Hey, no logro orinar!» en un baño público lleno de gente, y verá la poca atención que le prestan.
Terapia de Grupo de Apoyo
Un grupo de apoyo es un grupo de compañeros paruréticos que se reúnen regularmente para practicar técnicas de desensibilización en baños públicos; también sirve para darse apoyo y aliento mutuo, y para discutir las experiencias y pensamientos durante el proceso de recuperación.
Consejos Finales
La técnica de contener la respiración puede ser muy útil para usarla en conjunto con la terapia de exposición gradual.
Si usted experimenta algún retroceso en su recuperación, no se desanime, siga practicando.
Para una mayor efectividad se recomienda que la terapia de exposición gradual se integre dentro de la terapia cognitivo-conductual. La terapia de exposición gradual es es el componente conductual, al que hay que agregarle el componente cognitivo.